¿Qué pintar?

¿Qué pintar? En torno al tema pictórico en nuestros días.

Esta pregunta es recurrente y causa un poco de estrés, por lo menos a mi, ya que soy como un diccionario en el que encontrar a veces esas respuestas. Desde luego no es siempre así, ni a todos les ocurre. Recuerdo que a mi me pasaba muchísimo y entonces no teníamos las herramientas que hoy tenemos de poner una palabra en Google y de pronto se te llena la pantalla de imágenes sugerentes para pintar, y ni siquiera tienes  que coger un block y ponerte a idear de la nada. Antes se empezaba así, primero tienes la idea y después cuando te encuentras con el problema de cómo se dibuja o es aquella otra cosa que quieres pintar, la buscabas, en libros, en obras de la antigüedad clásica o moderna, en la naturaleza, a nuestro alrededor.

Y creo firmemente que hoy en día tiene que ser así, ya que lo que se te viene dado no es tuyo. Picasso decía que el pintor copia y el artista roba, y es cierto, pero siempre tiene que ser bajo tu óptica, es decir, primero eres el que manda y decides y después te ayudas de lo que necesites, y solo así empezarás a ser tú mismo y a tener personalidad en este mundo. 

Es cierto que muchos de vosotros, simplemente pinta por relax, por disfrute y no busca otra cosa, en tal caso, no necesitáis plantearos nada sobre el tema, pero entonces tenéis que haceros con una carpeta de imágenes que aunque dispares, te ayuden a conseguir el fin para el que pintas. Aquí he planteado las dos cuestiones de la práctica artística en este taller de arte. 

Ocurre algo parecido con los niños y adolescentes, pero todavía es más complicado. Con los niños pequeños, cualquier cosa es buena, porque son muy agradecidos y solo pretenden disfrutar aunque yo les ofrezco temas que le sirvan para agudizar la mirada e ir generando rutinas que se queden para siempre en su día a día y así aprovechar para el resto de su vida y de su futura profesión todos los beneficios del arte. En cuanto a los adolescentes, su poca capacidad de concentración y esfuerzo  es un reto al que me enfrento cada sesión con ellos. Los hay que tienen gustos muy consolidados pero sin fundamentos, y otros que disfrutan con la línea que les marco.

En definitiva, sin importar la edad el tema es el principal problema de todas las disciplinas artísticas, ya que todas parten de una idea de creación, algo que existe en el intelecto y que además de ser abstracto hay que materializarlo de alguna forma. Conforme uno avanza con la práctica, las ideas tienden a empezar a verse como cosas reales, pero después llega el problema de la pregunta por excelencia de, cómo son? Y os aseguro que les ha pasado a todos los dibujantes, escultores, pintores, arquitectos….. y esto se va solucionando poco a poco aunque nunca del todo, porque el artista nunca  termina de aprender, ya que no es algo que tenga fin, sino que es un modo de vida, y eso nunca tiene límite en el tiempo, solo cuando dejas de existir. 

Todo lo que imaginamos está en la naturaleza más o menos aunque cambiado porque nuestra imaginación lo transforma de tal manera que lo que pensamos es único, y ahí radica nuestra personalidad como artista o no. Tampoco hay que ser artista para tener ideas, lo único que pasa, es que los artistas plásticos como es mi caso , o el vuestro, es que necesitamos plasmarlas o reproducirlas en un soporte y hacerlo visible. Siempre sin olvidar aquel concepto o significado tan esclarecedor al que llegaron  Paul Klee y Kandinsky, al decir , el arte no representa sino revela, hace visible.

A lo largo de la historia todos los artistas han pintado temas recurrentes, ya sea por gusto propio o por razones obligadas debido a sus obligaciones con el que los contrataba. Como ya sabéis y he contado muchas veces a lo largo de la historia los cambios en la sociedad y la propia evolución del individuo han hecho que el arte tomara otras connotaciones más personales y llega un momento en que la obra de arte refleja al artista más que al objeto pintado, ahí cambia todo. Y entonces qué hacemos hoy en día si los que nos precedieron son tan dispares, de quién me fío, a quién sigo, a Velázquez o a Van Gogh? Es un ejemplo de pintores tan diferentes que crea una confusión tan clara como poco clara es la solución. Y sobretodo cuando leemos sobre algunos de los pintores del siglo XIX o XX que nos revelan sus fuentes inspiradoras y que no tienen nada que ver con lo que hacen ellos. 

Así que aquí es donde yo quería llegar, cuando hay obras de arte que nos llegan a emocionar de una manera más especial que otra, debemos hacerle caso a nuestra emoción, y comenzar una línea de investigación visual sobre ese tipo de estilo pictórico. Todos ellos tienen un poco de todo lo que ha existido anteriormente. Somos contenedores de imágenes visuales desde el momento que nacemos, y eso nos marca, entonces si nos estamos formando o hemos tenido una educación en cultura artística desde hace tiempo o hemos empezado ahora, nuestro cerebro se llenará de imágenes que están hechas por personas que también se han formado de la misma manera, así que la pintura contemporánea tendría que ser cada vez más rica porque cada vez hay más donde buscar, pero no es así, ya que en algunos momentos de la historia se ha atacado de manera despiadada a las obras de arte que estaban cargadas de información venida de la manera de ver de otros que les precedieron. Tampoco quiero indagar ahora mismo en esto ya que sería muy largo, así que resumiendo diré, que mi consejo es que para tener temas propios y personalidad propia es necesario robar ( como decía Picasso) pero no sabemos robar. El término robar en este contexto se refiere a mirar con atención lo que nos produce  más emoción, y eso puede ser en una obra de Morandi, o la luz de Sorolla en una escena playera, eso como tema y también como pinceladas. Es decir, por mucho que robemos cuando nosotros no estamos copiando si no que estamos pintando con total conciencia de que somos únicos y que no recuerdo a este o tal pintor, saldrá todo aquello que hemos guardado en nuestro cajón de imágenes y en nuestro cajón emocional.y ahí es donde saldrá una pintura auténtica y nuestra. Quizás para eso tenemos que pintar mucho lo que otros han pintado y ver mucho como otros lo han pintado, pero la definición que más me gusta sobre la creatividad es esta que viene ahora muy al caso. La creatividad es mirar donde otros han mirado y ver lo que ellos no han visto.

Lola Montero.

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