Pintamos Juntos 58. El azul en Morandi
Instrucciones
El tema del bodegón de Morandi (uno de los mejores pintores el siglo XX) siempre ha sido de mi particular interés, no por su expresividad ni por su forma figurativa de pintarlos porque este no es el caso de este autor. Mi admiración por Morandi viene de muy lejos, cuando descubrí que pintaba constantemente los mismos objetos en un pequeño estudio en su casa donde vivía con sus dos hermanas. Un pintor fuera de los estereotipos de las modas que imperaban en su época, fue fiel a su forma de decir lo que quería, mirando constantemente los mismos objetos durante años sin llegar a pintarlos con pintura sino con alma. Es uno de los pintores que me sobrecogen con sus composiciones y su equilibrio desequilibrado.
Maestro también de la pintura metafísica, aborda sus objetos como bloques gráficos de color o de tono. Sus obras invitan a la contemplación y la quietud reflexiva ( lo experimente en el museo de Bolonia que alberga casi toda su obra). Tanto en sus naturalezas muertas como en sus paisajes, los elementos transcienden la figuración para formar parte de una composición gráfica y plástica. Son obras más compositoras que pictóricas, el color, la distribución y la pincelada están dispuestos en el espacio de manera profundamente equilibrada y meticulosa.
El es lento, y sus cuadros te invitan a contemplaros lentos. Sus composiciones se convierten en formas geométricas. Las grandes manchas de luz sugieren espacios silenciosos y lentos, estáticos.
Su interés radica en poner en segundo plano la representación figurativa en busca de transmitir algo más allá de su significado. Y esto lo hace sintonizar con sus compañeros italianos y sus pinturas metafísicas. Por eso transmiten una atmósfera mágica y onírica cercana al surrealismo, esto hace que la cosa ya no sea la cosa, sino que trasciende y nos da al espectador el reto de interpretarlo.
Tiempo estimado: 90 minutos
Materiales
Acuarela y técnicas mixtas